domingo, 28 de noviembre de 2010

OPERACIONES CONCEPTUADORAS

Las operaciones mentales son ejercicio ineludibles por lo cuales comprendemos lo que nos rodea y explicamos nuestra relación con el mundo. El texto es concreto y describe las operaciones que cotidianamente practicamos las cuales generalmente nos pasan inadvertidas.


Lo primero que realizamos al concebir un objeto es su conceptualización, esto se hace sin mayor complejidad porque prácticamente todo se ha “bautizado”, es decir basta con cuestionar o recordar y nombraremos la cosa que tenemos en mente.
Una vez que se conceptualiza, o bien se determina la idea se procede a identificar su peculiaridad, a desentrañar su esencia desechando lo que sea común con otras ideas u objetos, este procedimiento es la definición del concepto.
El pensamiento se describe por lo que la serie de procedimientos puede imbricarse, de hecho guiarse por las operaciones sirve para discernir efectivamente, esto es tener claridad en la exposición del conocimiento, el cual puede poseerse, pero sin la capacidad de exteriorizarse con pulcritud.
Esta descripción del procesamiento de las ideas obliga a repensar la información y ordenarla para estar en posibilidad de compartirla. La habilidad para identificar el quid o esencia se basa en milenaria práctica aristotélica del género próximo y su diferencia específica.
La idea trascienden y sus exponentes se inmortalizan a partir de su exposición, son las frases celebres las mejores definiciones, que por su claridad y simpleza hallaron la esencia del concepto, cómo ejemplo está la definición de Elí de Gortari de lo que es la Ciencia quién la definió magistralmente como “La explicación objetiva racional del Universo” con esa contundencia en las distintas áreas al abordar el concepto invocan esta definición.
Esta serie de operaciones tiene más una secuencia didáctica porque para concretar una definición contundente del concepto exige un profundo conocimiento del concepto esto es su demonio significa contar con la suficiente información para analizarlo y poder caracterizarlo detallando elementos que puede compartir con otros conceptos.
Así con se detallan elementos para una comprensión genuina se debe distinguir sus componentes, esta es la división que significa separar o deconstruir el concepto.
Al haber conceptualizado, definido, descrito, dividido se está ante la posibilidad de clasificar y esto se entiende como la operación por la que se relaciona en función de otro concepto, esto es un agrupamiento en razón de algún signo distintivo.
Las ideas además de agruparse se ordenan de hecho podría concluirse que el identificar las operaciones conceptuadoras tiene como un propósito el de ordenarlo, ordenar conocimiento ese es el esfuerzo mental por el que se ha logrado la producción y difusión de conocimiento erigiendo sus áreas científicas y humanas.
En suma la profesión de abogado exige la ordenación de las ideas para lograr abonar en la efectividad del derecho, en el caso del cuerpo jurídico de las asambleas se exige una aplicación pulcra del conocimiento, porque el legislativo es un incesante esfuerzo de convencimiento de los interlocutores y el conocimiento burdo o desordenado es inconvincente y por ende infructuoso. Los buenos acuerdos y leyes se dan en pocas palabras, recogiendo la esencia del bien común.

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